Todos los quirófanos de los hospitales deben respetar una serie de normas higiénicas para poder mantener un nivel de gérmenes o de densidad en el aire adecuados. Es por eso que todos los quirófanos usan flujos laminares para controlar el aire que entra en estos, evitar que estos lleguen a estar infectados y reducir así en riesgo a los pacientes.
Estos flujos laminares forman parte del sistema de ventilación del propio quirófano, y su principal objetivo es evitar en la medida de los posible las infecciones del mismo quirófano. Los flujos de aire laminar son fundamentales para la evacuación eficaz de contaminantes aerotransportados.
Flujos laminares, ¿cómo evitan las infecciones?
Una infección en el quirófano es cualquier tipo de infección que haya surgido 30 días después de haber realizado una operación, o un año después de un implante en la cirugía. Estas infecciones pueden llegar a crear problemas en los tejidos o en cualquier zona relacionada con la operación.
Para evitar que los microrganismos que están en las partículas de aire se acumulen en cualquier sitio del quirófano o incluso en el paciente, los flujos laminares deben trabajar para mantener un correcto funcionamiento en la ventilación y hacer que la calidad del aire sea excelente.
Para mantener ese nivel de excelencia, es imperativo que los flujos laminares pasen varias revisiones y mantenimientos de profesionales acreditados. Esta es la manera más efectiva de asegurar la sanidad y pulcritud de la sala, y por tanto la salud del paciente.
Tipos de ventilación aptas para quirófanos
El sistema de ventilación puede ser o recirculante o no recirculante.
Como bien dice la misma palabra, la ventilación recirculantes es aquella en los que el aire recircula en parte o en su totalidad de nuevo hacia el quirófano o en otra parte del sistema de ventilación. Los sistemas de aire recirculantes tienen varios filtros de seguridad que atrapan posibles partículas de otros espacios, evitando de esta manera que contaminen otros espacios con aire compartido.
En los quirófanos, los conductos de ventilación están siempre separados del resto. Esto es así porque existen medicamentos anestésicos que pueden afectar a otras personas al respirarlos desde otras zonas de la estructura.
Calidad del aire con o sin flujo laminar
La calidad del aire se mide por las unidades de organismos que se encuentran presentes por cada metro cúbico. Los sistemas de flujo laminar mueven el aire hacia una o varias direcciones concretas y estudiadas, siempre alejándolo de las heridas o del paciente. De esta manera evitamos en gran medida la contaminación microbiana en el paciente, de los utensilios o de la sala de operaciones. De hecho, muchos estudios demuestran que la gran parte de las contaminaciones de heridas en los quirófanos se deben a la flora cutánea del paciente y de las bacterias presentes en el aire que se pasan por la respiración de los profesionales del quirófano.
Tipos de ventilación laminar
Los flujos de aire laminar se pueden dividir en los que se instalan en el techo y que por tanto generan un flujo de aire vertical, o las que se colocan en las paredes, produciendo un flujo de aire horizontal. Es importante escoger el flujo de aire laminar más adecuado, basándonos en los factores que pueden llegar a interrumpir o distorsionar el flujo de aire. Es por eso que debemos confiar en los profesionales de estos conductos la instalación de los mismos.
El sistema de flujo de aire laminar minimiza la contaminación del quirófano movilizando siempre el mismo volumen de aire limpio hacia el quirófano, eliminando automáticamente los aires contaminantes.
Por todo esto es crucial que cualquier quirófano trabaje con un buen sistema de flujo laminar que lo proteja de los agentes externos y permita una perfecta adecuación del espacio para así prevenir contagios en las heridas del paciente.
Infórmate sobre los distintos tipos de flujos y de otras funciones de las salas blancas o limpias en hospitales